Guacara

domingo, septiembre 24, 2006

VALENTIN Y PEÑALVER (IN MEMORIAM)

A Don Valentín León López
y Don Alfonzo Peñalver


PEÑALVER Y VALENTÍN,
VALENTÍN Y PEÑALVER.
DOS BOTIQUEROS DE AYER
DIFÍCIL DE REPETIR.


I
Muy normal que un caballero
de aquella Guacara vieja,
se buscara una pareja
de las que había en El Puyero.
Pero ese afán pasajero
siempre tenía el mismo fin,
cuando el gonococo ruín
infestaba la pasión,
allí entraban en acción
PEÑALVER Y VALENTÍN.

II
Era bueno Don Valiente
como el pan de cada día,
y Don Alfonzo tenía
la fama de buena gente.
Y los dos, modestamente,
en el diario acontecer,
como un sagrado deber
sin malicia y sin desgano,
estaban siempre a la mano
VALENTÍN Y PEÑALVER.

III
Un exilir que tenía
propiedades curativas,
y las aguas sedativas
que era lo mejor que había.
Y aquella Guacara mía
que ya nunca ha de volver,
no termina de entender
las cosas que le pasaron,
ni el vacío que le dejaron
DOS BOTICARIOS DE AYER.

IV
Nunca la mala intención
la pusieron de por medio,
si no tenían el remedio
te daban el corazón.
Y esa preciosa lección
para aprender a vivir,
hoy la quiero compartir
con todos en esta glosa,
por bonita, por hermosa,
DIFÍCIL DE REPETIR.


Melo Tobar
Guacara, Diciembre 2005

Guacara

Guacara, en vocablo de los indios que tenían mentalidad poética, significaba Garza Blanca. Símil para trnasplantar con su plumaje luminoso desde las azules aguas del lago de Tacarigua, hasta perderse en esta ciudad de ancestros y futuro promisorio.

Garza Blanca que al indígena le sirvió de refugio y sembró sus sueños en el tiempo pasajero de la angustia. Guacara, cuántas veces evoco tu nombre en las soleadas tardes veraniegas, en la arboleda de tu plaza, en la calma horizontal de tus aleros. Treinta años caminando por tus calles, conviviendo con tu gente, viendo desarrollarse tu estatura de ciudad pujante y progresista, oteando el porvenir que se deslumbra y buscando ansiosamente tu destino.

Aquí en esta pequeña reseña que es una muestra de admiración, evoco hoy a la Guacara de ayer y hoy, a la Guacara de mis anhelos y de mis luchas. Siempre te he servido con lealtad y espero seguir haciéndolo en el curso de mi vida.

El cronista de la ciudad, José Heredia Bustillos, que ha urgado en la historia de tu pasado, nos dice: "Guacara fue en sus comienzos un conjunto de tribus (arawacos y meregatos) dispersos y distantes unos de otros, tanto los que habitaban por el lado Sur de lo que hoy es el municipio Guacara y las riberas del antiquísimo lago de Tacarigua (llamado hoy Lago de Valencia), como las tribus asentadas por el lado norte, a partir de la Plaza Mayor de la ciudad de Guacara, donde hoy están ubicadas las importantes poblaciones de yagua, El Toco, La Compañía Sisal, Vigirima, Vigirimita, Troncononero. Situado en el pidemonte de la Serranía de Vigirima, este vecindario es el comienzo de las estribaciones hacia las montañas de Vigirima, donde se encuentran los ricos Yacimientos arqueológicos (Petroglifos y Petrograbados), que están reconocidos por los especialistas de la materia como los mejores de Venezuela.

Guacara, al igual que la mayoría de los pueblos de Venezuela, no tiene ni un acta, ni una matrícula de fundación, ni un fundador específico, sino que se fue poblando por generación
espontánea, por gente venida, de indios nómadas que se residenciaron en ella, contruyeron sus casas y las sementeras, y echaron raíces en esa aldea incipiente.

En su Historia, Oviedo y Bolaños nos comenta que los primeros españoles que llegaron a estas tierras de Guacara eran isleños de Tenerife, agricultores canarios, labradores de la tierra que se enamoraron de estos lugares por la fertilidad de su suelo y fijaron su residencia permanente y fueron poco a poco configurando este conglomerado social y humano para darle la característica de aldea, pueblo y ciudad en el transcurso del tiempo. A su nombre original, le agregaron el de su santo patrono, para llamarla "Aldea Indígena de San Agustín de Guacara". Con el tiempo, el ayuntamiento de Valencia, de acuerdo con el gobernador de la Provincia de Venezuela, decidió crear en Guacara un Ayuntamiento Indígena presidido por dos lugareños, Don Diego Cicarote Y Pascual Cicarote, que tenían representación del pueblo ante las autoridades civiles y eclesiásticas de Valencia.

Guacara tiene su categoría de pueblo por decreto del gobernador de la Provicia de Venezuela Don Francisco Berraterán, quien llevó la antigua Aldea de San Agustín de Guacara a Pueblo de Indios el 20 de febrero de 1694. Pero es a partir de 1984, en la conmemoración de los 290 años, en que Don Torcuato Manzo Nuñez clarificó la partida de nacimiento o partida de bautismo de Guacara. Desde el descubrimiento se comenzó a trabajar para celebrar el tricenteranrio y declarar para siempre el 20 de febrero coom "Día de Guacara".


JJ León Domínguez
Artículo extraído de la página 4 de Lectura Dominical, encartado del diario El Carabobeño, edición del 7 de Septiembre de 1997.